¿Cómo que no tienes un plan para el próximo año? Todo el mundo está hablando de desaceleración económica, Alemania prácticamente se encuentra en una recesión técnica, la economía mexicana se encuentra estancada y tu empresa… ¿sin un plan? LEs como observar que se están incendiando las casas a lo largo de la calle donde vives y tú solo cruzas los dedos esperando que se salve la tuya.K
Después del regaño (¿reflexión?)J, rectifiquemos y pongamos manos a la obra ¿te parece bien? Primero veamos en dónde está parado tu negocio el día de hoy. ¿Cómo van las ventas? ¿Cómo está la cobranza? ¿Qué tal se encuentra el ánimo de tus colaboradores? ¿Ya incluiste en la agenda la fecha y el lugar en donde celebrarán su posada? Todas son preguntas relevantes, o mejor dicho, estratégicas.
¿Recuerdas el tema de la estrategia? Te proponíamos que al diseñarla debíamos también “ver que se haga”, que se cumpla. Un sinónimo de la estrategia es la metodología, el cómo hacer. Por lo tanto, si vas a definir un plan para el 2020 debes también establecer cómo vas a lograr su cumplimiento.
La mejor forma de cumplir con un objetivo tiene que ver con que éste sea sencillo, simple. El economista alemán Ernst Friedrich Schumacher escribió en 1973 su libro “Lo pequeño es hermoso” y aunque el enfoque de su ensayo era la creación de una tecnología accesible para todos, adaptemos su frase y digamos que la planeación también debe ser pequeña, modesta, conservadora, y será hermosa.
¿Pequeño es sinónimo de conformismo? En absoluto. Más bien lo pequeño es amigo de la prudencia. Y esto es mucho más relevante cuando estamos a unas cuantas semanas de entrar en el torbellino navideño. ¿Torbellino? Huracán es mucho más descriptivo de lo que veremos sin duda alguna como cada año en las tiendas: ofertas, descuentos, promociones… una montaña de invitaciones a gastar el poco o mucho dinero que tengamos disponible. Y si le sumamos las erogaciones por las reuniones con amigos y familiares, la compra de regalos, la cena navideña y esos “pequeños gustos” que nos daremos como premio por nuestro esfuerzo de todo un año. ¡Nos espera una larga cuenta por pagar!
Hace noventa años el humorista estadounidense Verni Robert Quillen definía el americanismo de una forma muy interesante: gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos. ¿Concuerdas con su definición? Bueno, la planeación es prácticamente lo opuesto. Se planea para gastar solo el dinero que tenemos en cosas que verdaderamente necesitamos y sin tratar de impresionar a nadie.
Las empresas son el reflejo de sus dueños, así que seguramente en ellas se siguen los mismos patrones de consumo en estas fechas. Afortunadamente aún queda un poco de tiempo, y esperemos que de buen ánimo también, para tomarnos un respiro (previo a la tempestad) y establecer con sencillez pero claramente lo que queremos lograr el próximo año en nuestro negocio redactando un serio plan de acción.
Regresando a lo sencillo, a lo pequeño, entonces es más conveniente que junto con las doce campanadas de la medianoche del 31 de diciembre te enfoques en un solo propósito con doce uvas y no al revés. Y será aún más relevante si transformas ese único propósito en un objetivo. Si esta idea te convence, puedes utilizar como guía el acróstico SMART (inteligente J) para definir con mayor claridad tu plan para el 2020.
En Spechi somos fanáticos de la planeación. Planeamos nuestros productos, nuestro servicio, nuestro futuro… y nos gustaría ayudarte a planear el tuyo. Danos la oportunidad de conocer tus planes y seguramente encontraremos juntos la mejor manera de llevarlos a la práctica.